Canariones o Chicharrones , la eterna cuestión cainita. Guanches orgullosos, indomitos quijotescos y ahora decadentes otrora esplendor.
Del otro lado los pragmáticos tendidos a los colonizadores y comerciantes desde el minuto uno como un catalán de Sant Cugat.
El orgullo contra el orden , la libertad vigilada sobre el orden dictatorial.
Desde el Tablero de ve Gran Canaria en días claros . Tan lejos tan cerca…a un Binter de pura idiosincrasia mediterránea en medio de la Atlantida.